La queratitis o inflamación de la córnea, es una afección oftalmológica común en animales que, si no se trata correctamente, puede afectar a su visión y a su calidad de vida. Este trastorno, frecuente en perros y gatos, puede afectar a otros mamíferos, a aves e incluso a reptiles. En ocasiones el origen de la queratitis es primario (afecciones víricas o autoinmunes por ejemplo) pero en la mayoría de ocasiones es secundario a alteraciones de los párpados (entropion, triquiasis, euriblefaron, ..), de la secreción lagrimal (ojo seco) o a traumas.
La queratitis puede clasificarse de diferentes maneras según el criterio elegido:
- Queratitis ulcerativa: caracterizada por la presencia de una herida en el epitelio corneal. Normalmente está causada por traumatismos o por infecciones víricas o fúngicas.
- Queratitis no ulcerativa: se trata de inflamaciones no asociadas a heridas del epitelio. Incluye la queratitis pigmentaria frecuente en razas braquicéfalas (como Pugs y Bulldogs) asociada a irritación crónica y la queratitis inmunomediada donde una respuesta autoinmune puede llevar a inflamación sin daño epitelial directo.
- Queratitis infecciosa: provocada por agentes como virus, bacterias o hongos.
- Queratitis secundaria: asociada a afecciones como ojo seco o enfermedades sistémicas.
- Queratitis de origen neurológico: incluyendo la queratitis neurotrófica y la neuroparalítica.
Los síntomas que generalmente se manifiestan en la queratitis son:
- Opacidad corneal.
- Dolor ocular (manifestado por parpadeo o rascado).
- Lagrimeo excesivo o secreción ocular mucosa.
- Ojo rojo (inflamación conjuntival).
Es muy importante tratar la queratitis de forma adecuada, ya que si no se trata puede llevar a la pérdida de la transparencia de la córnea, a la formación de cicatrices y a la pérdida de visión.
El tratamiento dependerá del origen de la queratitis y puede incluir colirios antiinflamatorios, antibióticos, lubricantes o, incluso en algunos casos más complicados, cirugía. Su pronóstico varía según la causa y según la rapidez en la instauración del tratamiento. Las formas ulcerativas tratadas a tiempo suelen tener buenos resultados, mientras que los casos complicados con cicatrices o pigmentación pueden tener efectos permanentes en la visión.
Como medidas preventivas, recomendamos mantener una higiene ocular adecuada, proteger a los animales de la exposición prolongada al sol o al viento, controlar de manera regular las enfermedades sistémicas de nuestro animal y realizar periódicamente exámenes oftalmológicos.
La queratitis es una enfermedad oftalmológica frecuente en animales que requiere atención veterinaria especializada. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son cruciales para preservar la visión y mejorar la calidad de vida del paciente. La colaboración entre veterinarios generalistas y especialistas en oftalmología es esencial para abordar los casos más complejos. En IVeM, como especialistas en oftalmología, podemos determinar el origen de la queratitis y establecer el tratamiento adecuado para cada caso individual.