Esta afección se caracteriza por una producción insuficiente de hormonas, especialmente aldosterona y cortisol, por parte de la corteza adrenal.
Los signos clínicos de la enfermedad de Addison pueden variar desde síntomas leves e intermitentes, como vómitos, diarrea, anorexia y decaimiento, hasta crisis severas que incluyen deshidratación, bradicardia, hipotensión y síncope. Los análisis de sangre suelen mostrar leucopenia, anemia, hipoglucemia, hiponatremia y hiperkalemia.
La elección de los fármacos sedantes y anestésicos dependerá del estado clínico del animal y de la presencia de otras enfermedades concomitantes.
Durante la anestesia, es crucial monitorear la presión arterial y tratar la hipotensión de manera agresiva con fluidoterapia, vasopresores e inotrópicos positivos. La deficiencia de corticoesteroides puede reducir la eficacia de estos fármacos debido a su influencia en la regulación del tono vascular y el equilibrio electrolítico.
Después de la cirugía, es importante continuar con la administración de corticoesteroides en el postoperatorio inmediato. Las dosis se reducirán gradualmente en unos 2-3 días hasta volver a la terapia de mantenimiento.