Según la IASP (International Association for the Study of Pain), se entiende que el dolor es “una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o similar a la asociada a una lesión tisular real o potencial". El manejo del dolor ha sido reconocido como un componente esencial de la atención compasiva en la medicina canina y felina, cada vez más en los últimos 20 años.
Los animales pueden presentar diversos tipos de dolor, desde agudo hasta llegar a desarrollar dolor crónico por diversas razones, no obstante, el hecho de que no puedan comunicarse verbalmente supone una barrera a la hora de medir este dolor para poder afrontarlo.
De este modo, los cambios significativos en su comportamiento nos sirven como principal indicador de aparición de dolor en perros y gatos, bien sea en nivel de apetito, en el hábito de aseo, en la interacción con otros animales y tutores, o con la rutina de deposiciones.
En IVeM somos conscientes de las necesidades de nuestros pacientes y por ello consideramos el manejo del dolor como un aspecto central en la práctica clínica veterinaria. Así, uno de los retos que se nos presentan es el de disponer de las mejores herramientas de puntuación representativas para medir el dolor.