Las pruebas diagnósticas y las intervenciones quirúrgicas pueden resultar momentos delicados para nuestros pacientes, especialmente cuando se encuentran fuera de su entorno habitual y sin la compañía de sus familiares o seres queridos. Esta situación puede generar un mayor nivel de nerviosismo, lo cual dificulta tanto el trabajo de los profesionales como el propio estado de salud del paciente.
En el IVeM, comprendemos esta situación y es por ello que contamos con Quique Plaza, responsable del servicio de anestesia y analgesia.
Para asegurar el bienestar de nuestros pacientes y adaptar el procedimiento al paciente, el protocolo anestésico que se elige se basa en diversos factores, como el estado del paciente y el tipo de intervención a realizar, así como si presenta alguna patología preexistente.
En este sentido, resulta fundamental llevar a cabo una consulta preanestésica con el fin de conocer en detalle a cada paciente que será sometido a anestesia.
En el IVeM, nos enorgullece brindar un cuidado integral a nuestros pacientes, y la consulta preanestésica es una parte fundamental de nuestro enfoque. Estamos comprometidos en proporcionar la máxima calidad de atención veterinaria, asegurándonos de que cada paciente se sienta cuidado, confortable y seguro antes, durante y después de cualquier procedimiento médico o quirúrgico
Se trata de una condición que causa obstrucción de las vías respiratorias debido al aumento de resistencia en las vías respiratorias. Se caracteriza por la estenosis nasal (orificios nasales anormalmente estrechos), cornetes y nasofaringe hipertrofiados, paladar blando alargado y eversión de los sacos laríngeos.
Este síndrome afecta principalmente a razas caninas como el Bulldog (inglés, francés y Boston Bull Terrier), Pequinés, Pug, Bóxer, Beagle, Lhasa Apso, Shih Tzu, Carlino y Shar Pei pequeños. En cuanto a los felinos, también afecta a los gatos persas y del Himalaya.
Las razas braquicefálicas requieren pre-oxigenación, intubación rápida y una inducción anestésica ágil debido a que son pacientes de alto riesgo.
En el caso de estos pacientes, es necesario realizar un control estricto durante todo el procedimiento anestésico, prestando especial atención a las etapas de inducción y recuperación, ya que es en esos momentos cuando pueden surgir los principales problemas. No existe un protocolo universalmente válido para todos los
Se denomina colapso traqueal a la condición en la cual la tráquea experimenta un estrechamiento patológico. Cuando ocurre un colapso total de la tráquea, el perro experimenta dificultades para inhalar y exhalar aire hacia y desde los pulmones. Los signos clínicos son variables dependiendo del grado y la localización del colapso, desde episodios paroxísticos de tos hasta disnea respiratoria.
El colapso traqueal es una enfermedad degenerativa que, lamentablemente, no tiene cura y afecta principalmente a perros de razas pequeñas como Yorkshire Terrier, Chihuahua o Pomerania. Por lo general, se manifiesta con mayor frecuencia a partir de los seis o siete años de edad.
Es importante tener precaución al administrar anestesia, ya que se debe introducir el tubo endotraqueal con la menor invasión posible en la tráquea. También es crucial tener en cuenta las limitaciones al evaluar la gravedad y extensión de la enfermedad.
Las patologías más comunes en el sistema respiratorio de los perros incluyen neumonía, edema pulmonar, masas pulmonares, contusiones y atelectasias.
Es importante tener en cuenta que estos animales presentan una menor reserva pulmonar, es decir, una capacidad residual funcional disminuida y pueden experimentar diferentes grados de dificultad respiratoria, bajos niveles de oxígeno en sangre (hipoxemia) e incremento de dióxido de carbono (hipercapnia).. Por lo tanto, al anestesiar a estos pacientes, se deben tomar precauciones especiales.
Durante la anestesia, es esencial asegurar una adecuada oxigenación y ventilación pulmonar para evitar complicaciones respiratorias. Se debe monitorear de cerca la función respiratoria, incluyendo la saturación de oxígeno en sangre, la presión arterial de dióxido de carbono (PaCO2) y la presión arterial de oxígeno (PaO2).
También se debe prestar atención a la presión de las vías respiratorias y a la función cardiovascular.
En resumen, al anestesiar a perros con patologías pulmonares, se deben tomar precauciones adicionales debido a su menor reserva pulmonar. El monitoreo continuo de la función respiratoria y cardiovascular es esencial, y se debe estar preparado para abordar rápidamente cualquier complicación respiratoria que pueda surgir durante el procedimiento anestésico.
