La córnea forma parte de la túnica fibrosa, la capa más externa del ojo, y se sitúa en la porción anterior del globo ocular. Se caracteriza por su transparencia y por carecer de vasos sanguíneos y de pigmento. La córnea ayuda a mantener la forma del ojo y es su principal lente contribuyendo de forma importante a la refracción de la luz y al enfoque de las imágenes en la retina. Su nutrición depende exteriormente de las lágrimas e interiormente del humor acuoso.
Cuando hay presencia de lesiones, la córnea modifica sus características y manifiesta cambios en su superficie y color. La capacidad de identificar estos cambios resulta crucial para una comunicación efectiva con el veterinario.
¿Qué reacciones pueden aparecer en la córnea a las diferentes enfermedades?
- Edema corneal: se produce cuando se acumula un exceso de fluidos en su interior. La córnea sana es capaz de bombear el agua hacia el interior del ojo. Algunas lesiones corneales alteran esta capacidad y el agua se acumula en el interior de la córnea desorganizando su estructura y provocando la aparición de opacidad. La córnea toma una apariencia velada y un color azulado, más intenso cuanto mayor es el líquido acumulado.
- Vascularización corneal: la córnea normal no tiene vasos. En lesiones como las úlceras corneales, estos se forman para ayudar en el proceso de cicatrización. Cuando los vasos son escasos, su observación requiere de aparatos especiales, pero cuando son abundantes y gruesos son visibles a simple vista ya que confieren a la córnea un color rojo intenso.
- Fibrosis corneal: es el término que se utiliza para hacer referencia a las cicatrices corneales. Tienen un aspecto blanquecino y son los restos de una lesión antigua.
- Pigmentación corneal: en ocasiones sobre la córnea se deposita un pigmento negro que reduce su transparencia. Esto puede deberse a situaciones en las que la córnea tiene una irritación crónica (roce de los párpados u ojo seco, por ejemplo) o a predisposiciones raciales (queratitis pigmentaria del Carlino, por ejemplo). En gatos (especialmente en Persas y exóticos) puede aparecer pigmentación negra en la córnea denominada secuestro corneal que puede requerir de una intervención para su corrección.
- Acumulación de sustancias blanquecinas (lípidos o minerales): la acumulación de lípidos y/o minerales en la córnea se presentan como áreas brillantes, blanquecinas o cristalinas. Frecuentemente es un problema primario de la córnea pero en ocasiones puede ser una manifestación de una enfermedad general por lo que puede ser necesario investigar determinadas enfermedades endocrinas.
Existen muchas alteraciones más a nivel corneal, algunas de ellas corresponden a combinaciones de las anteriores. Por ello es importante llamar y preguntar al veterinario siempre que aparezcan cambios que no correspondan a la normalidad. Algunas de las situaciones anteriores corresponden a enfermedades graves que pueden comprometer la visión del animal si no se tratan a tiempo.
¿Qué enfermedades afectan a la córnea?
- Queratitis: es la inflamación de cualquiera de las capas de la córnea y puede tener diferentes orígenes: infeccioso, alérgico, asociado a enfermedades sistémicas, traumática o mecánica.
- Úlcera corneal: es la lesión ocular más frecuente. Se trata de heridas, en muchas ocasiones superficiales, donde se pierde alguna de las capas de la córnea. Son situaciones dolorosas para el animal en las que podemos observar el ojo cerrado, rascado abundante y molestia ante la luz (fotofobia). El ojo se observa rojo y presenta abundante lagrimeo. La causa más frecuente es un traumatismo externo, pero determinados problemas oculares o defectos en los párpados pueden provocarlas.
- Entropión y ectropión: son alteraciones en la posición del borde de los párpados en las que éstos aparecen enrollados hacia la córnea o hacia el exterior del ojo. Ambas situaciones alteran la función de protección de los párpados y predisponen a lesiones corneales.
- Ojo seco: es una situación frecuente en perros. Puede deberse a una reducción en la producción de la fase acuosa de las lágrimas o a una alteración en su composición química que modifica su función. El síntoma principal que se observa en los animales afectados es la presencia de legañas abundantes y de ojo rojo.
- Distrofia corneal: se trata de una alteración con base genética en la que la córnea acumula determinadas sustancias que alteran su transparencia. Afecta habitualmente a los dos ojos y no produce inflamación alguna en la córnea.
- Degeneración adquirida de la córnea: puede aparecer tras procesos inflamatorios de la córnea, como producto de enfermedades metabólicas generales o de procesos degenerativos corneales. Se trata de lesiones blanquecinas acompañadas de vasos sanguíneos y otros signos de inflamación.
- Necrosis corneal: es una afección propia de gatos en la que una parte de la córnea se desvitaliza y adquiere un color marronáceo a negro. Su evolución puede no solo alterar la visión sino poner en riesgo el globo ocular. Requiere frecuentemente cirugía para su eliminación.
Cuando observamos en nuestros animales lesiones oculares es importante acudir rápidamente al veterinario para una evaluación precisa de la situación. Algunas de las lesiones corneales permiten una gestión relajada pero otras pueden requerir establecer tratamiento urgente para evitar riesgos de pérdida de la visión o incluso del globo ocular.
Desde IVeM recomendamos evitar manipular o tratar el ojo lesionado por cuenta propia ya que esto puede agravar la lesión y poner en peligro la vista del animal.