Es una enfermedad inflamatoria que afecta a perros adultos sin especificidad de raza o sexo, sin embargo, los malteses, cockers y terriers parece lo presenten con más frecuencia. La etiología no está del todo definida, pero la hipersensibilidad o intolerancia a la placa bacteriana parece ser un factor desencadenante de esta patología.
Los síntomas más frecuentes son: dolor, depresión, anorexia, dificultad para abrir la boca, babeo, halitosis y linfoadenopatía mandibular.
Las lesiones que se observan son estomatitis de la mucosa en contacto con las superficies dentales que presentan placa bacteriana y cálculo dental. Esta estomatitis de la mucosa puede darse con o sin ulceración. La encía también suele verse afectada. Además puede haber o no enfermedad periodontal. La mucosa alveolar, labial y bucal, palatal son las más afectadas junto con la afectación de los márgenes de la lengua que están en contacto con la superficie dental. Se pueden apreciar úlceras de contacto bien definidas (frecuentes en zona de canino maxilar) o ulceraciones difusas sobre todo en el área del carrillo (esto es más frecuente en últimos premolares y molares de la región maxilar). La comisura labial puede quedar afectada dificultando que el perro abra la boca y en ocasiones se aprecia dermatitis en el belfo.
El diagnóstico se realiza en la clínica y consiste en la exploración bajo sedación e histopatología. El diagnóstico diferencial incluye mucositis secundaria a enfermedades sistémicas como la uremia y enfermedades infecciosas, lesiones por contacto con tóxicos, reacción adversa a medicamentos, lesiones traumáticas (autotraumatismo, quemaduras…) estomatitis asociada a quimio o radioterapia, otras enfermedades autoinmunes (pénfigo, lupus…) y linfoma epiteliotrópico de células T.
La finalidad del tratamiento es reducir o eliminar la presencia de placa bacteriana en las superficies dentales. En los casos leves, se recomienda mantener una higiene dental diaria mediante cepillado usando pasta dental. Está indicado el empleo de productos que faciliten la reducción de la placa bacteriana, pero estos no sustituyen el cepillado dental diario. En el caso que la higiene de la superficie dental no sea suficiente, se recomienda la extracción de los dientes implicados en las lesiones. Esto significa que en casos muy graves puede estar indicada la extracción de todos los dientes.
En estos casos de elevada gravedad, el hecho de que los pacientes no tengan dientes no interfiere con su capacidad para alimentarse; pueden comer con normalidad tanto comida blanda como pienso.
El tratamiento del dolor mediante fármacos analgésicos es imprescindible hasta que han desaparecido completamente las lesiones.
Es importante recurrir a clínicas de confianza y que ofrezcan servicios especializados. En IVEM somos un centro especializado en la prevención y tratamiento de patologías de la cavidad oral y contamos con un equipo humano cualificado y en formación constante. Profesionales con una responsabilidad hacia cada uno de sus pacientes recomendarán siempre el tratamiento más adecuado para cada caso.
